Solo quiero su mirada

Me duele muchísimo la vagina. Me palpita y el roce del calzón con la textura rígida del jeans no son suficientes para sentir mi clítoris enjaulado. Extraño mi jaula. Extraño estar desnuda. Me molesta está ropa inservible que no tiene ningún otro fin que taparme de las miradas. No quiero miradas. Solo quiero Su mirada. Quiero que Usted esté solo, lavando el auto, y yo desnuda, abierta y enganchada para que disfrute y se empape de mi mientras lava.

Quiero que me arrastre a los arbustos y me meta todo por todos lados, me deje con las fosas nasales como única forma de respiración, apenas aspirando llena, abierta, expuesta.

Con Su pene dejando un rastro de liquido y semen por cada rincón, por mis labios vaginales y mi boca que tan amablemente Usted se ofreció a tapar con un bozal (imagine como estoy sonriendo irónicamente).

Hombre perverso y morboso, ¡me tratas como un animal y esperas que me comporte como un humano!
¿Me quieres rabiosa? Porque puedo escribirte rabiosa. Ponme a prueba, ríete de mi como hiciste anoche, y admira todas las mordidas que tendrá tu vientre, tus muslos, tu pecho y tu cuello. No creas que tú sonrisa de niño bueno opaca mi mirada de lucha, ni las ganas que tengo de ser agarrada y maniatada; azotada y cacheteada para ser devuelta a mi lugar. Lo lamento por tutearlo, lea esto y haga algo.

Si le dije que lo odiaba es porque cuando abre lo más hondo de mi, y me pone en un estado en que me resfriego como una perra, voy a atacarlo como una. Si me quiere así, en este universo desconocido que ni siquiera intuía que existía en mi, acepte las consecuencias.

Porque mi voluntad se evapora, y cuando me tenga(s) descontrolada no encontrará(s) solo mi parte sumisa y tranquila.

Para quedarse con la bebé que lame Su pene como si fuese Su dedito de calma, no se puede reír, ni provocarme, ni sacar eso otro de mi.

No me importa cuál de las dos obtenga, ni cuan hondo cale. Lo que quiero es que me tenga como quiera tenerme.

Lo que quiero es obedecerlo.

Lo que quiero es servir, y terminar la noche en el rincón como anoche, contenta de saber que mi lugar es donde Usted pueda verme y tenerme sin movimiento ni sonido, dónde pueda hacer conmigo lo que Su mente perversa prevea.

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