
A lo largo de los años he observado que muchas sumisas y sumisos atraviesan un verdadero peregrinaje en la búsqueda de una persona dominante que realmente encarne el respeto, el tacto y el cuidado que esta entrega presupone. Lamentablemente, es común encontrarse con falsos Dom: narcisistas encubiertos, maltratadores o sádicos sin criterio que solo buscan una excusa para quebrar a alguien, escudándose en discursos reciclados e imágenes cuidadosamente construidas.
Este tipo de experiencias, que suelen derivar en abuso y maltrato, terminan por distorsionar la percepción que muchas personas tienen del BDSM o de otras formas de vínculo como la nuestra. Ser juzgados bajo ese mismo paraguas no es justo ni preciso.
Por eso creamos este espacio: para ofrecer una visión distinta. Una mirada más honesta, más humana, que permita comprender lo que hay más allá de las escenas exageradas o los eventos superficiales. Lo nuestro va mucho más allá.
Lior